Por François Houtart
En "La Jornada"
La idea de extender el cultivo de los agrocarburantes en el mundo y particularmente en los países del Sur es desatrosa. Ella forma parte de una perspectiva global de solución a la crisis energética. En los próximos 50 años tendremos que cambiar de ciclo energético, pasando de la energía fósil, que es cada vez más rara, a otras fuentes de energía. En el corto plazo es más facil de utilizar lo que es inmediatamente rentable, es decir, los agrocarburantes. Esta solución, al reducirse las posibilidades de inversión y al esperar ganancias rápidas, parece la más requerida a medida que se desarrolla la crisis financiera y económica.
Como siempre, en un proyecto capitalista, se ignora lo que los economistas llaman las externalidades, es decir, lo que no entra dentro del