Moqueta, plátano, serpiente

ESKUTITZ HAU JASO DUGU, PENTSARAZTEN DUEN HORIETAKOA...

Este es un mensaje, un ejercicio de memoria para las nuevas generaciones que no van a entender nuestra estupidez y que les dejemos la nave Tierra parcheada, encogida por la tragedia.

Una supernova estalló a 5.700 millones de años luz (un segundo luz son 300.000 kms.) y originó un gran agujero negro. Qué pequeños somos. No alcanzamos a concebir la magnitud del universo, como tampoco entenderéis la energía oscura que reina en despachos enmoquetados y aislados de la realidad donde tecnócratas y cratófilos hipotecaron vuestro futuro con 500 millones de euros que todavía estaréis pagando. Debéis entender que necesitaban el dinero de la caja B de bancos y empresas amigas para convertir candidatos-víbora en apetecibles bombones que consumir en una ciudad-plató de la que ojalá seáis actores protagonistas y no meros figurantes como nosotros. Financiar el espectáculo demodé de las campañas electorales que les perpetúe en el poder es muy caro. Es alucinante su empeño en pasar a la historia como los que empeñaron vuestra salud y vuestra economía, repasar la hemerotecas ahí están sus nombres.

¡Qué frágil es la conciencia! ¡Qué potente es la propaganda institucional! Pasaron de moda las huelgas de cien días. Hoy se lleva impedir que cobréis la pensión completa, por eso debéis haceros un plan en ese banco que financió la fábrica de venenos que las brisas del Cantábrico llevarán hasta la misma Concha ¡Sacrilegio! Asistimos al espectáculo de nuestro suicidio como especie con la misma irresponsabilidad de quien reniega del pequeño esfuerzo de separar la piel del plátano y las cajas de galletas para que completen su ciclo natural como materias primas, las quieren quemar como a vuestro futuro. Decían que lo hacían por vuestro bien y que no había otra solución a sabiendas de que mentían. Su única obsesión era convertir lo crematorio en crematístico para sus bolsillos. Ya sabéis a quienes culpar del incremento de enfermedades cancerigenas en Donostialdea. No olvidéis tampoco que hay una Gipuzkoa insolidaria que contribuye con sus desechos a vuestra mala salud. Nos alegraría que en vuestra época la masa crítica sea mayor que la masa irresponsable que apoyó este drama, y que podáis pasear en bicicleta por la limpia, bella vega del Oria.

¿Qué hacíamos mientras? Votábamos alcaldes y diputados que prometían proteger activamente la salud de sus vecinos, y que aseguraban el gasto social frente a un desarrollismo descerebrado. Asumimos nuestra parte de culpa si no pudimos conseguirlo. Os pedimos perdón por ello.¿O quizá conseguimos parar la destrucción? Escribirme desde el futuro y darnos el alegrón. Eskerrik asko.

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